Evolución de la pesca deportiva en Venezuela

La pesca deportiva tal como la conocemos y practicamos hoy millares de aficionados, ha tenidos un proceso evolutivo que puede resultar interesante reseñar brevemente. Si nos remontamos a nuestra infancia, muchos de nosotros recordará que salir a pescar hace 50 años significaba montarse en una pick up o camión con una tarraya, una lata mantequera para el sancocho, unas cuantas vituallas y sal para el sancocho, un termo GOTT full de hielo y refrescos para pasar el día a orillas de algún río, morichal o caño cercano.

En algunos casos, la practica de este deporte era dañina porque implicaba incorporar al equipo un saco de barbasco con el cual se capturaban muchos Kg. de pescado con el consecuente efecto negativo para la ictiofauna del caño o morichal.

El cambio gradual y el despertar de la afición por la pesca deportiva, como la conocemos hoy en día, se debe, en gran parte, a la influencia de muchos extranjeros, norteamericanos y europeos, que vinieron a trabajar con la industria petrolera en las diferentes regiones del país. En Caracas existía un grupo de aficionados como fueron los que para los años cuarenta frecuentaron mayormente la zona del Guarico-el río Guariquito, el Aguaro y San Bartolo-; entre ellos: Salvador Lairet, Julio de las Casas, Luís Lovera, Héctor De Armas, Gerardo Sansón, el pelón Valarino, Ramón Granadillo, etc. Sin embargo, estos grupos, además de ser pescadores eran cazadores de tigres, que para la época abundaban por la zona. Es conveniente señalar que el río Guariquito, en mi concepto, es uno de los ríos mas nobles que tiene este país la pesca deportiva, pues a pesar de los años en que se ha practicado esta actividad y de los muchos abusos que ha sido objeto en los últimos tiempos por los pescadores comerciales, todavía ofrecen al pescador deportivo un rato de esparcimiento a quien quiera acampar en sus orillas, en la Ollita y otros, que fueron o son los sitios tradicionales.

En el oriente del país, Monagas y Anzoátegui, surgieron algunos norteamericanos “Creoleros” que se convirtieron en los iniciadores del deporte, entre ellos se pueden mencionar a Bob Selph, Arch Peery, Bill Floyd y Hill Fields, que descubrieron el pavón como pez deportivo por excelencia y lo comenzaron a pescar en las numerosas lagunas y ríos de Monagas; entre otras: Lagunas Grande, cerca de Maturín, Laguna de San Antonio, San Pablo, Guasaconica, formada por el río Morichal Largo, Palital, Mamo, etc.

Los pavones de Monagas son pequeños comparados con los de otras zonas, rara vez pasan de unos dos kg. Pero la pesca es sumamente agradable por la belleza natural de las lagunas, como el Morichal Largo y lo que era el Uracoa antes del cierre de caño Mánamo, ofrecían ratos de verdadero esparcimiento cerca de una naturaleza virgen. Lo reducido del tamaño de los ejemplares se compensaba con creces con la abundancia, ya que no era raro capturar de 20 a 30 ejemplares en un día. El creciente número de pescadores aumentaban considerablemente la presión sobre el pavón; este contaba y cuenta con su protección que le proporciona la época de lluvia cuando la mayoría de los sitios de pesca son inaccesibles.

En las zonas de San Tome durante la misma década de los cuarenta también surgió un capitán de los pescadores deportivos como fue Cliff Peery, ejecutivo de la empresa Mene Grande; dicen las malas lenguas que el aspirante a entrar a Mene Grande que no indicara como Hobby la pesca deportiva ¡¡¡no ingresaba!!! La afición paso de de San Tome a Anaco donde también se formaron cuerdas de pescadores deportivos quienes en virtud de que en Anzoátegui los sitios de pesca son menos numerosos, proyectaron su influencia hacia las zonas de Bolívar y Guarico; En Anaco la personalidad mas resaltante fue el conocido Tex Chandler, quien por muchos años mantuvo un campamento en Laguna Larga en el Cinaruco. A ellos, además de nombres como Juan García y Jake Howland, principalmente les debemos el conocer las bondades que para la pesca deportiva ofrecen los ríos Sipao y Tucuragua, igual que numerosas lagunas que forman el río Aro y el río Caura, tales como Aricagua, Carrana, Tirita, Correntoso y Suapo. El capitulo de Valencia de la FCFLL, contó con pescadores empedernidos como Guillermo Hernández, Byron Keeler, Aníbal Ecarri, Omar Canelón y otros.

El acceso a las zonas de pesca en esta época, si bien se limitaba al verano, era dificultoso y bien un viaje de pesca al Aguaro, partiendo de San Tomé, podía tomar dos días y mas, dependiendo de las pegadas que se sufrieran. Estos pioneros también penetraron en el estado Apure y disfrutaron de esas maravillas como son: el Caño la Pica, el río Cunavichito, el río Cinaruco, cuando estos parajes estaban vírgenes, aun estos ríos producen pavones de buen tamaño, después de todos estos años de pesca, y aunque no con demasiada abundancia, todavía se capturan pavones de 10 a 14 libras. ¿Como sería en aquella época cuando lo pavones no habían aprendido a leer y a escribir? ¿Y las toninas no habían descubierto que un pavón capturado es presa fácil?

Como dato curioso puedo mencionar que para fines de los años 50, cuando visite por primera vez la zona del río Tauca, San Pedro de Tauca y Maripa, ni los indígenas ni los criollos consideraban al pavón comestible ya que tenían preferencia por los peces de cuero como los bagres y los de escama gruesa como el bocachico, la zapoara, etc. Nosotros los pescadores deportivos les enseñamos las bondades culinarias del pavón, lo que fue muy positivo en función de la alimentación de los residentes de las diferentes zonas, y ha resultado perjudicial para la especie, pues al generalizarse el consumo comenzó a practicarse ilegalmente su pesca comercial. Esto, por falta de control, se esta convirtiendo en el peor enemigo del pez deportivo por excelencia que existe en Venezuela y que ofrece muchas posibilidades turísticas a las zonas donde se puede pescar.

La construcción de las carreteras Ciudad Bolívar-Maripa-Caicara-Los Pijigüaos-Puerto Ayacucho y las San Fernando-Puerto Páez facilitan el acceso a cualquier tipo de vehiculo a las zonas de pesca donde anteriormente solo se llegaba en vehículos de doble tracción y se viajaba por mucho mas horas. Esto no es malo perse, sino que ha incentivado a los “caveros” a inducir a los campesinos de diferentes zonas a pescar y vender los pavones para ser comercializados en las poblaciones cercanas, aunque la venta de pavón esta prohibida legalmente, la falta de voluntad por parte de las autoridades para hacer respetar esta prohibición se ha convertido en el peor enemigo de la pesca deportiva y tiende hacia la exterminación de la especie.

La pesca deportiva jamás podrá dañar a las poblaciones de pavón en ningún río, caño o lagunas donde se encuentre, simple y llanamente porque cuando un pescador deportivo captura a un pavón con caña o carrete de mano, deben haber diez mas mirando, que sobreviven, pero el chinchorro y el arpón de noche si tienen efecto letal sobre la especie. Tenemos que insistir en que las autoridades cumplan con su deber de control, y nosotros los pescadores deportivos también debemos contribuir denunciando sin contemplaciones a los infractores que logramos descubrir.

Autor: Juan Urich
Fundación Científica Fluvial de los Llanos.

gran información cap. muy interesante.